ࡱ> LNK'` 'bjbjDD 4F&&\JLLLLLL$hppRJJ s"VFJ0o:ootppd d  Nmeros, mtodos y yo Jueces 7:1-22 (NVI) En una ocasin necesitaba unos planos de construccin, de esos impresos en grandes hojas de papel. El taller de imprenta cobraba un dlar por cada 25 cm. Me pareca razonable. Yo necesitaba 4 hojas, cada una de 75 cm. de largo. Esto sera tres dlares por cada hoja, con un total de doce dlares. Sin embargo, supongamos que los dueos del taller decidieran usar otra medida, una distinta a la que usaban los dems. Por ejemplo, que cada centmetro fuese de medio centmetro, para as ganar ms dinero. Qu plan ms ingenioso! As, en lugar de recibir tres dlares por hoja, recibiran seis dlares. Pero me toca a m, el cliente, tomar la decisin. Supongamos que yo respondo a los dueos del taller llevndoles mi propia regla de medir. Les digo que esta regla corresponde a un metro correcto, pero en realidad, mi medida correcta medira 200 centmetros. Mi regla estara dividida en cuatro secciones, cada una marcada 25 cm. Siempre que utilizramos mi regla, slo tendra que pagar un dlar por cada una de las hojas. En realidad esto parece exagerado y ridculo, algo que jams pasara, pero as es como razonamos en los asuntos de la moralidad. S, yo comprendo que esto no es correcto para usted, pero para m est bien. Mi regla de medir dice que estoy actuando bastante bien. Cul es su problema? Toda verdad se vuelve opinin personal, completamente relativa desde mi punto de vista, de mi experiencia personal, de mis deseos y necesidades, o de todo aquello que yo considero bueno para m. Cuando lo analizamos, tenemos que admitir que no hemos progresado mucho respecto del clima moral encontrado en el libro de Jueces. Jueces 17:6 En aquella poca no haba rey en Israel; cada uno haca lo que le pareca mejor. 18:1 En aquella poca no haba rey en Israel. 19:1 En la poca en que no haba rey .... 21:25 En aquella poca no haba rey en Israel; cada uno haca lo que le pareca mejor. Cmo es posible que llegaran a ese estado? Leer primero Jueces 2:6-9. Entonces: 2:10 Tambin muri toda aquella generacin, y surgi otra que no conoca al Seor ni saba lo que l haba hecho por Israel. Este versculo en s debera ser suficiente para sacudirnos y hacernos volver a la razn. Todos lo hemos odo y por alguna razn seguimos con la necesidad de orlo otra vez -- Es imposible entrar en el Reino por los mritos de nuestros padres. A pesar de la clase de hogar donde me cri, tendr que conocer al Seor y saber personalmente lo que El ha hecho. Un relato de segunda mano puede ser muy bueno, pero en s ser incapaz de cambiarme. Tengo que conocer y saber por m mismo. Usted tiene que conocer y saber por s mismo. Conoce? Sabe? Como los israelitas no hacan caso a los caminos del Seor, l permiti que fueran subyugados y oprimidos por la gente malvada que habitaba la tierra que l se haba propuesto darles. Sufran mucho bajo cada opresin hasta que Dios levantaba a un libertador llamado juez, que los diriga de nuevo al propsito de Dios y los ayudaba a conquistar a sus opresores. Este ciclo se repeta una y otra vez volverse al Seor para que les ayudara en su tiempo de dificultad, recibir la liberacin milagrosa de parte de Dios, gozar un periodo de paz y obediencia, y luego volver a rebelarse contra el Seor para encontrarse una vez ms oprimidos. Este ciclo continu durante 325 aos con 12 jueces diferentes. Geden fue uno de los jueces de Israel ms conocidos. Al estudiar su vida, podemos aprender bastante de l y cmo Dios lo us. Leer Jueces 7:1-22. Orar. 1. En cuanto a los nmeros Nmeros. Importantes? Por supuesto. Sin embargo, no dicen toda la verdad. Tambin mienten. Yo reaccion contra los nmeros cuando tena que preparar un informe estadstico de una iglesia que pastoreaba. Una cosa acerca de los nmeros es que en s no indican mucho. Las estadsticas pueden dar la impresin que todo marcha bien cuando, en realidad, todo est hacia abajo en las reas ms importantes. El Seor dio a Geden una leccin sobre la cuestin de los nmeros. Jueces 7: 2. Los nmeros no son la medida final. Pues no siempre cuanto ms, mejor. v.2 Los nmeros grandes nos hacen pensarque: Nosotros lo hicimos. v.3 A veces, las personas simplemente no son capaces de hacer la tarea. Esto no quiere decir necesariamente que estn pecando. Nadie apedre a los 22.000 soldados que se marcharon. (32.000 soldados menos los 22.000 dejaron a Geden con slo 10.000 hombres.) v.4 Un nmero reducido puede ser todava demasiado. Fue Dios quien los seleccion, no Geden. (10.000 9.700 = 300) v.7 Dios escogi a 300 hombres y luego dijo que con ellos Yo los salvar. 2. En cuanto a los mtodos Alguna vez ha odo a alguien decir, Nunca lo hemos hecho as. Ser un fracaso.? Pero por supuesto, si no lo han hecho as, no saben si saldr bien o no, verdad? v.8 300 hombres con muchas provisiones y trompetas! (Vern por qu en el versculo 16.) Antorchas, cntaros, trompetas -- no para cada uno de los 32.000 hombres, ni tampoco para los 10.000 no todos ellos hubieran tenido un cntaro, una antorcha y una trompeta -- pero haba para cada uno de los 300. (Pronto vamos a repasar la serie de eventos cruciales en los versculos 9-15.) vs.17-18 Qu plan de batalla! Guerra poco convencional! No dejamos de observar que a pesar del nmero pequeo para la campaa, el plan fue meticuloso. No deambularon al entrar en la batalla, esperando vagamente que sucediera algo bueno. Dios les dio el plan y Geden lo sigui al pie de la letra. vs.19-21 Una campaa militar de sorpresa y conmocin, dirigida por Dios, que no inclua ni una sola espada! vs. 22 Por qu fue exitosa? Porque el Seor hizo que los hombres de todo el campamento (los enemigos) se atacaran entre s con sus espadas. Fue exitoso porque Dios hizo que funcionara. Los planes de Dios son los que siempre resultan. Fue verdad en aquel tiempo y es verdad hoy. Debemos sintonizarnos con el Seor, comprender su plan, y seguirlo fiel y exactamente. El proceso siempre comienza con nuestro acercamiento a Dios. l no comparte su plan con los que no tienen tiempo para l. Lo comparte con los que se someten a l y lo aman cada vez ms. 3. En cuanto a nosotros Algunos de nosotros vemos la batalla y estamos demasiado temerosos para acercarnos. El plan no est claro en nuestra mente o puede ser que es bastante claro pero no tenemos el valor para ejecutarlo. Algunos de nosotros nos encontramos estancados despus del versculo 8 y parece que no somos capaces de proseguir hasta el versculo 16. Observamos alrededor nuestro todas las antorchas, cntaros y trompetas y decimos, Ojal pudiramos cambiar algunas de estas provisiones por unas cuantas personas ms! Debemos permitir que Dios nos lleve en un pequeo viaje. vs. 9-15. Geden, dirigido por Dios, baj al campamento de los madianitas para escuchar lo que ellos hablaban. Geden y su criado Fur descubrieron que haba un lugar con un miedo mayor al que ellos tenan, y ese lugar era el campamento del enemigo! Algunos de nosotros nunca omos esto, y por eso quedamos tan asustados que no podemos hacer nada para el reino de Dios. Por qu no omos lo que oyeron Geden y Fur? A veces tiene mucho que ver con lo que estamos escuchando, o con lo que esperamos or. Vale la pena observar que Dios no instruy a Geden a dar un paseo por el campamento del enemigo para exponerse abiertamente a todos los lugares de inters y los sonidos, los valores y filosofas, los estilos de vida y costumbres... del enemigo. No es de maravillar que algunos de nosotros vivamos llenos de miedo! Necesitamos hacer un pequeo viaje con Dios as como lo hicieron Geden y Fur, y descubrir cun segura es nuestra victoria cuando batallamos bajo la direccin de Dios! Cuando Geden regres de esta visita al campamento del enemigo, ordenado por Dios, el plan para la batalla estaba claro, y Geden estaba listo para luchar. #$)*,/:;HRTajv~  + ; > K X Z e v * 3 7 A E ǿǻǻϻǻϻϻϻϻǷϷh*hjthqh# h#h @h|hyASh^h @hq^h\(h5h% hjth Efh3mhjt6 hjt6 h Ef6hCJaJh EfCJaJ?*+ @ A ?m=gd;ngdrgdCwgd5gdoZgd{,gdqrgdZUgd%$a$gd Ef'E T ] i u       ! % + 4       # = > ? @ B N R Y y ~ ҳҳҳh#h&Uhqrhihh:?hh=<h\( h h @h|nhq^ h#h @hhZUh%h| h#h#h*h5B   - 4 < = F K L a p &'<U^o{'3?ZmcѼѴѰѰhUQ^h;h5h{,hoZ6 hoZ6hoZh{,6h{,h{,6hoZh{,hqrh! h h @hvhDh{h5h0h&UA">DQN /6=>Kkmp12<=ÿûÿÿÿÿh;nhDhfhh1h(h5hrh{ hZx hI36hlhy)h ehah&c?hUQ^ h h @ h hCwh;hCwB=>67ST01L`agd$9gdcgd6tgdSgd.gd~R7gdgdCgd;n=>@CRTUcdfg%-JTijr{ 7;FTU_jknz|}ĿĶIJh&c?hZhpKh^0t h*AA5 h5h hChCh&lhC h(h(hEZh$J h3hl hI36hlh(h;nhC"%KM\a{01:dk dty'EFLº¯hj!h^0tmH 0sH 0h2h'h6t h3hl hI36hlhC[hShh.h~R7hvhh hpKhZh^0tELMNV]^ck     ;@_`abcdfgw} 5Dw轹ع衭h7Fhphh!*hah3h$9hr|h2h x h~R75 h*AA5 hc5hch1hT hT 6hhC[hT hWh'h^0t?a ! ####%&&'gdygdB$gdVRgd1pgdgd<gd'gdIkgd>gd7Fgdp  (/3<?LRot"#/7:hiqtx}#9Cmuwx¾º¾ʾƾƾƶh.ahGF)ho/hT hhh">GhBhIk hM fhl hI36hlhR;hs6hsh'h!*h7Fh>D   8 ; K n t u x z !!'!a!b!d!!!!!!!!!!!""$")"F"Y"f"""""""""""""""¾ʾ龶鶤 hh he =he =hhe =hVRhhshM fh< h<5 h*AA5 h'5h'hIkh1h.a hh3>h3>h3>6h& h& 6h3>h1phVRh.a>&"&=&>&M&P&Q&t&}&&&&&&&&&&R'u'y'''''' hchIkhQ!vhth1phyh h!zhhUQ^ hI36hlhX21N:pS/ =!"#$% @@@ NormalCJ_HaJmH sH tH DA@D Default Paragraph FontRi@R  Table Normal4 l4a (k@(No ListF*+@A?m = > 67ST01L`a 00@00@00@00@0@0@0@00@00@0000@00@000000@0@0@00@00@00@000000@0@00@00@00@00@00000@00@000@00@000@00*+@A?m > 67ST01L`a @0@0@0@0@0@0@0@0@0@0@0@0@0@0@0@0@0@0@0@0@0@0@0@0@0@0@0@0@0@0@0@0@0@0@0@0@0@0@0@0@0@0@0@0@0@0@0@0@0@0@0@0@0@0@0@0@0@0@0E =L"&' !"=a''} !33333  % x}mux)F9@s>M}3NpX5Da  1pTk$J(|T j!B$y&GF){-0:t36I36~R7b8$9R;<=<e =3>:?&c? @*AABC">GVRyASoZLC^UQ^q^a.a eM ff EfIkq lpK%1ZUy?@ABDEFGHIJMRoot Entry Fis"OData $1Table,oWordDocument4FSummaryInformation(;DocumentSummaryInformation8CCompObjq  FMicrosoft Office Word Document MSWordDocWord.Document.89q